En un abrir y cerrar de ojos llegamos a los cinco años del Modelo Congreso Colombia. Pareciera que hubiera sido ayer el momento en el cual se planteó la idea de no sólo representar el Parlamento Europeo con sus eurodiputados sino de concentrarnos en nuestro país, ese mismo que muchas veces olvidamos por estar mirando otros o por no estar mirando nada. Fue así como nació esta maravilla, de la cual tenemos el placer de celebrarle sus cinco primeros años y la cual nos ha dado muchas experiencias de las cuales solo hemos podido salir enriquecidos.
Poder participar de un MCC es sinónimo de conocer la realidad de un país, el que respiramos, el que sentimos, el que somos. Muchas veces vivimos atrapados en una burbuja que nos distancia de nuestra propia existencia y la de los demás alrededor nuestro, una burbuja que nos aísla y no nos permite comprender los problemas que aquejan a nuestra sociedad para poder así remediarlos. El Modelo Congreso Colombia rompe esa burbuja e impulsa a todo aquel que antes residía en ella a conocer todo lo que antes estaba oculto. Más no solo ayuda a revelar esa verdad, sino que da herramientas para construir soluciones a través del diálogo, del debate y de los acuerdos.
Los Modelos del Colegio Italiano no buscan dividir, no buscan polarizar a los participantes, no buscan crear caos ni división. Al contrario, busca formar ciudadanos que sepan ceder para un bien mayor, que sepan sobreponer sus intereses ante el bienestar de un pueblo, un pueblo que sufre. Los acuerdos son fundamentales en todo debate ya que es la finalidad y el culmine de estos; un debate sin acuerdos, sin solución y sin puntos medios es una mera discusión y una mera imposición de ideales.
Es por esto que el acuerdo siempre va a ser mejor que el conflicto, puede llevar más tiempo, pero conlleva menos muertos por lo menos, y eso es lo que le falta entender a un país con más de cincuenta años de conflicto y que parece ya tan acostumbrado al retumbar de las balas que se arrulla con este. La celebración de este primer aniversario, que será la antesala de muchos otros, no acallará los problemas, les dará una voz mucho más grave y mucho más sonora, será un eco de los sollozos de los que sufren pero será también un faro de esperanza porque se cumplen cinco años de que un grupo de jóvenes nos demos a la tarea de analizar la realidad de nuestro país y sepamos que en un futuro nosotros seremos la diferencia.
Celebremos estos Cinco Años del Modelo Congreso Colombia mirando a nuestra Colombia actualmente y esperando que en una próxima celebración tengamos más folklore del que hablar que balas perdidas que contar.Nicolás Grudnik