La culminación de más de medio siglo de conflicto armado en Colombia no fue tarea fácil y dados los antecedentes que tiene el país en cuestión de guerras y procesos de paz fallidos, resulta más significativo. La implementación del Acuerdo de paz y la reinserción de los guerrilleros a la sociedad está determinada por el perdón, de parte de aquellas generaciones que vivieron el conflicto. La participación de todos los colombianos es fundamental para construirla paz.
El Estado debe garantizar la legitimidad y la aceptación del proceso, a pesar de los resultados del plebiscito del pasado 2 de octubre de 2016. Las nuevas generaciones tienen la posibilidad de construir una nación pacífica pero, así como dijo la presidente general del Modelo, Sofía Benvenuti: “Ahora bien, firmada la paz, hay que empezar a construirla […] Somos nosotros quienes recibimos una nación que guarda la remota esperanza de construir un mejor futuro; somos nosotros quienes debemos hace el verdadero cambio, un cambio que surja del conocimiento de la historia colombiana, de la tolerancia, no como resistencia, sino como respeto a la diversidad.” Entonces ¿Es posible que, nosotros como jóvenes, aprovechemos la oportunidad que tenemos de ponerle fin a la guerra en un mundo lleno de conflictos?
Sarah Delvasto